La certeza en la muerte de Cristo y su obra sobrenatural

Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. (Jn. 19:31-37


Pese a que los crucificados eran dejados colgando durante días o semanas como señal, para que nadie osara desafiar al imperio romano, los judíos solicitan que eliminen la desagradable vista de los crucificados puesto, prepararían ciertas actividades solmenes (Dt. 21:22-23), “Ignorando completamente, la injusticia que acaban de cometer con Cristo”, mostrando un celo más por sus actividades religiosas que por la conciencia de lo que deberían experimentar durante la pascua, por la injusticia cometida contra Jesús quien voluntariamente entrego su vida (10:17-18). Ellos están canalizando la actividad solemne. Por esto, solicitan a Pilato el “Crucifragium” Esto es, quebrar las piedras de Jesús para acelerar más rápidamente su muerte, por asfixia. Pero cuando llegaron a Jesús no hubo necesidad de quebrar sus piernas. 


Estos asesinos profesionales “romanos”, confirmaron que Jesús en definitiva estaba muerto, pero igual, agregaron el golpe de la lanza” para rectificar su muerte. Certificando su muerte tal como confirma el siervo del sumo sacerdote (Mt. 15:44-45), más allá de todo esto, se confirma la profecía sobre Jesús (Sal. 34:20), tal como se señala Vv. 33 Donde se dice que ninguno de sus huesos, seria quebrantado. Aun después de su muerte, toda la voluntad de Dios sigue cumpliéndose en su vida, era algo establecido antes de a fundación del mundo. Al traspasarlo hay tristeza, pero finalmente, tanto los enemigos de Dios, como los creyentes, recibieron una muestra del poder de Dios, por esto Juan, señala que El, es testigo ocular y que su testimonio es verdadero.   

Nosotros sabemos que, Cristo es quien libró a los creyentes de la muerte, los creyentes pueden decir triunfalmente con Pablo (1 Co. 15:55-57).: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” Al morir, Cristo destruyó la muerte. Ha quitado su aguijón, conquistado su espanto y la ha convertido en un amigo que acompaña a quienes lo aman a Él, a su presencia. El énfasis con Cristo, Este es el testimonio que hemos recibido de Él, y ahora, debemos responder con amor y dirección, para que otros escuchen la verdad y sean liberados de su fe, superficial. Nosotros tenemos el privilegio, los dones y promesas ligados a la salvación, pero esto, también implica la responsabilidad de predicar la Palabra, ya que Dios se ha placido de usar el evangelio con este fin. Permitamos que Dios obre a través de los perdidos mediante el mensaje de su Palabra, que se nos ha encomendado (1 Co. 9:16). 


Hermanos, estas verdades tienden a producir sentimientos encontrados, pero dentro de los planes de Dios, algo a considerar es que, Jesús en realidad se entregó, y Dios continuaba cumpliendo promesas y su voluntad sobre El, aun después de su muerte, Cosas que Cristo no hubiera podido controlar mientras vivía. Ante tantas religiones, como iglesia tenemos que comprometernos con el mismo grito de compromiso y esfuerzo, al predicarle a los perdidos (Mt. 28:19-29), debemos salir a todas partes proclamando la entrega de Cristo y la obra de Dios certificando su agrado con esta entrega del hijo, a quien ha constituido heredero de todo (He. 1:2b), Amigo, dentro de las ideologías que puedas experimentar el día de hoy, sobre Dios, lo que debemos hacer ante las injusticias, las excusas, miedo, etc. Debe eliminarse entendiendo que Cristo se dio por completo para nosotros. Y ahora, te hace un llamado a ti que, no estas en la vida espiritual que Dios desea, no resistas su amor (2 Co. 6:2). Dios te bendiga.           

        

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