Relación con Dios, es más que religión

Relación con Dios, es más que religión

 

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? (Jn. 3:5-9)

 

La historia de Nicodemo como líder religioso, hace evidente la insensatez de confiar en la religiosidad y su insuficiencia al tratarse del caminar diario con Dios (Mr. 7:6-8). La religión ignora completamente el hecho, de que, no se trata sólo de normas sino de nacer por El Espíritu y vivir en la comunión con El Señor (Ro. 8:14). Esto es lo que Jesús le aclara a este hombre, pero el termina sin entender, llego a pensar que las actividades de la ley eran suficientes ignorando que apuntaban al Cristo (Lc. 24:44). Jesús agrega que un nacimiento espiritual debe purificar su vida, mediante la obra del nuevo pacto espiritual que Dios había prometido (Ez. 36:24-27), algo que él, tenía la oportunidad de experimentar al estar frente a la palabra de vida encarnada que lograría ese verdadero despertar espiritual (Jn. 1:14; Ef. 5:26), esto le encaminaría a seguir a la voluntad de Dios, de lo contrario, no podría tener una seguridad verdadera en su vida, por más que se esforzara en las actividades religiosas que hiciera, viviría alejado de Dios y sintiendo el Facio de corazón que ninguna religión puede llenar, solo Jesús.

 

Claramente tenemos una advertencia contra la religiosidad, a la que pudiéramos caer aun siendo creyentes verdaderos, lo cual representa un gran peligro para vivir la vida abundante que Dios desea darnos (Jn. 10:10b). La fe, no se trata de hacer algunas cosas que están en la Biblia, u obedecer uno que otro mandamiento. La vida con Dios comienza con el nuevo nacimiento que se recibe al confesar a Cristo como salvador y permitirle transformar nuestras vidas a su imagen (Ro. 10:9-10), de lo contrario, sin importar las actividades religiosas, el tiempo en la iglesia o las creencias a las que te aferres hoy día, nada de esto en sí, es suficiente, hasta que haya un encuentro verdadero con la gracia (Ef. 2:5, 8). Por tanto, se hace necesario que identifiquemos si estamos caminando en una verdadera relación con Dios o conformándonos con la vida religiosa. Donde existen muchas actividades, pero una fe nula, una vida carente de frutos espirituales, y una ausencia de satisfacción en Dios, eso no es vida, sino muerte (Mt. 23:27). Mas allá de los errores cometidos, hoy, aún puedes retomar tu caminar con El padre, pidiendo perdón a Dios y restableciendo tu comunión con El (He. 4:16).

 

Hermano, Una vez que tu vida está en Cristo, Dios ha perdonado tus pecados y te ha dado acceso a su presencia (Ef. 2:18). Cada día, debes estar comprometido con tener una interacción personal con Dios, es importante procurar ser, antes de hacer, porque cuando eres fiel, Él te guiara a su voluntad. Amigo, si aún no estas en Cristo, si has entendido lo insuficiente de las actividades vacías de la religión, si has estado experimentando insatisfacción y tu alma ha estado siendo inquietada por Dios, y estas turbado por tu poca paz espiritual, hoy puedes tener seguridad si aceptas a Cristo como tu Señor. Hoy es el día (Mt. 1:28-30). Dios te bendiga.

 

Acompáñanos a leer la Biblia en un año: Marcos 15-16, Lucas 1

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