Un testimonio confirmado por la experiencia

Un testimonio confirmado por la experiencia

 

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; más para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios. (Jn. 1:29-34)

 

El apóstol Juan, nos cuenta del privilegio que experimentó Juan Bautista. Había recibido de Dios la seguridad de que vería al Mesías y podría identificarlo claramente, una señal muy peculiar que, identificaría aquel que vendría a redimirnos de la maldición del pecado, estas palabras que exaltaron a Jesús debieron ser difíciles para muchos, pero no para Juan, porque vería cumplirse en El, las cualidades señaladas por Dios. Todos aquellos que caminaron con Cristo, reconocieron que era el Mesías prometido ya que Dios estaba con El (Jn. 3:2, 11:27), y recibieron la fe para comprenderlo (Jn. 17:26). Este glorioso evento de la vida, muerte y resurrección de Cristo ha sido plasmado en la historia, por personas que, como Juan, fueron testigos y siendo usados como instrumentos, han señalado el camino para que le conozcamos y podamos tener una verdadera relación con Dios como ellos la experimentaron. Hoy, tu puedes disfrutar de esta experiencia por la fe, para que conozcas a tu creador por experiencia.

 

Jesús es aquel enviado de Dios, en quien únicamente encontramos perdón de nuestros pecados y la seguridad de una nueva comunión con espiritual. La Biblia y las referencias arqueológicas en la historia validan la seguridad de comunión eterna que podemos tener con Él, por la marca de su pacto eterno. Estas son solo un complemento de la fe que debemos ejercer (Jn. 11:25-26; 2 Co. 5:7). Habrá quienes al ver la grandeza y evidencia responderán con fe y serán justificados ante Dios (Ro. 5:1), otros, sin embargo, lamentablemente se resistirán prefiriendo la vida de pecado o aferrados a la religiosidad en la que se han levantado. Las escrituras nos muestran la manera en la que debemos creer y como debemos conducirnos delante de Dios. la pregunta seria, ¿Dónde está tu fe y porque crees aquello que estas creyendo actualmente?, ¿es la verdad de Dios tu ancla o las filosofías o postulados religiosos sensacionalistas lo que definen y alimentan tu fe?, de esto depende tu eternidad. Pon tus ojos en Cristo (He. 12:2)

 

Hermanos, tenemos el confiable testimonio de nuestro Dios, tenemos la obra del Espíritu Santo en nosotros que lo confirma, y como complemento, las obras de Dios han sido plasmada en la historia. Dios ha establecido lo que necesitamos para fortalecer nuestra fe, no caigas ante el engaño o el error, no andamos como golpeando al aire, estamos seguros de nuestra salvación, por la obra de Dios en nosotros. Amigo, si aún estas luchando por la gran cantidad de religiones que existen, o no encuentras la luz de Dios que anhelas, la Biblia tiene el poder de cambiar y obrar de manera personal en tu vida (Jn. 8:32), no te conformes con hacer actos religiosos que son insuficientes, procura ser y vivir la vida que Dios desea darte, por la fe. Dios te bendiga.

 

Acompáñanos a leer la Biblia en un año: Mateo 16-18

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