La autoridad confirmada de Jesucristo

La autoridad confirmada de Jesucristo


Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. (Jn. 5:19-21)


Juan nos presenta el énfasis de la divinidad de Cristo, Jesús ante las malas intenciones de los religiosos, en vez de tomar la actitud humilde y negar su divinidad, como correctamente hace Juan ante aquel ángel, al recibir la revelación en apocalipsis (Ap. 19:10). Por el contrario, corrobora que comparte la autoridad con el Padre. Ciertamente existe una armoniosa sumisión que no afecta ni los atributos ni la naturaleza, pero ellos disfrutan una plena armonía.


Esta es la razón por la que Cristo, expresa que, todo lo que hace es acorde a su naturaleza y autoridad divina, la misma que El posee eternamente con Dios (Jn. 17:21) ellos compartían un vínculo eterno de amor perfecto, así qué, al decir al hombre que se levantara y anduviera, lo hace con la autoridad eterna del Padre, con el cual, como ya ha expresado, está en plena armonía, y quien no está limitado a las observaciones religiosas que los regían a ellos (1 Cr. 29:11). Jesús señala que para que ellos entendieran su procedencia Dios confirmaría sus Palabras, permitiendo que El hiciera aún mayores prodigios que el que habían visto con este desesperado hombre que por décadas no pudo caminar (5:8-9) para que ellos entendieran que El había sido comisionado y establecido por El padre como autoridad (Jn. 21:25), aunque a pesar de todo esto, ellos no quisieron aceptar y reconocer su autoridad, por esto, muchos, no participaron de la promesa de que, al mirar a Dios con fe serian libertados (Jn. 8:39, Sal. 34:5).


La vida como la conocemos el día de hoy no valora la autoridad, por malos ejemplos, la corrupción, las filosofías, el anarquismo y otras ideologías, han afectado negativamente nuestra sociedad. Si a esto le sumamos el relativismo moral, las cosas se complican aún más, por aquellos que queriendo ser más sabios de la cuenta pierden su sensatez (Ro. 1:22). Pero tanto nuestra autoridad como los medios que hemos recibido de Dios son suficientes para destruir las malas intenciones que tiene el enemigo al fomentar todas estas áreas en la cultura (2 Co. 10:4, Fil. 4:13).


Como cristianos tenemos que revestirnos de la autoridad de Cristo andando en comunión con El, para lograr tanto ser luz y sal del mundo (Mt. 5:14-16), como para confrontar aquella vida de pecado y desorden, la misma los encamino directo a una gran condenación (Ap. 21:8). No podemos ceder a las presiones sociales, no podemos ceder a las ideologías anti Bíblicas, no podemos ceder al desorden moral o religioso, debemos pararnos sobre la brecha y ser una generación que, en la comunión y firmeza de Cristo, resplandece en medio de la perversidad de esta generación (Fil. 2:15), y estar siempre preparados para que al momento de alguien cuestionarnos sobre nuestro proceder podamos llevarlo en amor hacia Cristo (2 Ti. 2:25).


Hermanos, ahora en Cristo hemos sido revestidos de Cristo (Ga. 3:27), todo lo que el alcanzo en nombre de satisfacer la justicia divina y somos herederos con El (Ro. 8:17), esto implica que, tenemos un llamado a ser ejemplo en toda nuestra manera de vivir (1 P. 1:15-17). Esto implica cuidar nuestras palabras, acciones, pensamientos, prioridades, nuestros sentidos, etc. Todo para que en cada acción que hagamos sea Dios glorificado porque andamos conforme a sus mandamientos y propósitos (Is. 43:7). 


Amigo, ciertamente es un reto, comprender la posición que Cristo ha alcanzado en la cruz por los creyentes, esto se debe a la confusión que satanás usa para confundirnos al hombre y no vea la luz del evangelio (2 Co. 4:4), Sin embargo, la obra de Cristo en la cruz es la única que puede darte una completa liberación e iluminación de tus pecados, si te entregas a Él (2 Co. 3:16-17), El venció sobre ellos en la cruz de manera contundente (Col. 2:15). Sin importar cual sea tu lucha, o la atadura que estes experimentado en Cristo puedes encontrar una verdadera libertad y perdón de todos tus pecados si lo aceptas por medio de la fe (Hch. 3:19). Hoy te animamos a que pongas tu confianza en Jesucristo, que identifiques la autoridad que posee tanto para dirigir como juzgar a los hombres por su obra, clara por salvación y liberación para que veas la gloria de Dios sobre ti. 


Dios te bendiga.


Acompáñanos a leer la Biblia en un año: Hechos 7-9

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