Jesús, la verdad cuestionada que trasciende

Jesús, la verdad cuestionada que trasciende


Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. (Jn. 8:12-16)


Juan describe que Jesús se denominó nuevamente la luz del mundo como había hecho (1:4, 8-9), algo significativo porque ellos entendían que la luz de este era Dios mismo (Sal. 27:1), la referencia se recordaba en la fiesta de los tabernáculos donde Dios había sido luz para el pueblo en la oscuridad (Ex. 13:21-22). Pero toda señal simbólica, toda liturgia religiosa solo era sombra de aquel que Mesías que vendría y seria la luz de Dios que traería a su presencia a las naciones (Is. 42:6). Por tal razón Jesús no solo dice que es la luz, sino que señala que la luz estaría en aquellos que pusieran su fe en El. Esto fue muy duro para los fariseos, porque entendieron la analogía que Jesús intentaba hacer, por lo que señalan que su declaración es falsa porque procede de sí mismo, si Cristo no estuviera hablando como Mesías, pudiera afirmar tal acusación tal como la ley determinaba en temas dispuestas (Dt. 19:15).


Pero Jesús estaba consciente de la ceguera de los judíos engañados por las tradiciones que no estaban cumpliendo (Mt. 23:16), por tal razón, les explica que lo que acaba decir puede hacerlo, porque como ya dijo (3:13) El descendió del cielo para este propósito, el cual, Dios la plana luz (1 Jn. 3:5) había confirmado en su bautismo cuando iniciaría su ministerio (Mt. 3:16-17), a pesar de sus juicios, sus declaraciones permanecen, porque ellos estaban en condición de pecadores emitiendo sus juicios que no iban más allá de sus propios prejuicios como ya les había señalado (7:24), Cristo no seguía este patrón de juicio superficial, además de que, como ya ha dicho, vino a salvar al mundo al entregar su vida (3:17), y concluye señalando que sus juicios están respaldados por Dios, con quien compartía su divinidad, tal como señala más claramente (Vv. 18, 29). Por esto su verdad va por encima de sus opiniones.


Tan importante como los fue para los lideres religiosos de aquella época, es importante para nosotros identificar a Cristo como a luz del mundo, precisamente, porque podemos ver la depravación y oscuridad que está arropando cada día más al mundo (Ro. 1:21), y no tenemos que hacer mucho esfuerzo para ver esta oscuridad, vemos todo tipo de inmoralidades, practicas idolatras y de índole pagano, una gran confusión religiosa que va distorsionando el verdadero propósito de Dios en el compartir humano, la desigualdad, etc. El pecado se manifiesta de diferentes maneras y los hombres están atrapados por esas obras y normalmente no desean salir de ellas o ser evidenciados (3:19-21), endurecidos por sus pecados (Ef. 4:18), estamos en el cumpliendo de quienes convierten la luz en tinieblas, ignorando los preceptos de Dios y las consecuencias (Is. 5:20-21)


Por encima de toda práctica religiosa, toda opinión humana, todo análisis personal o científico, toda preferencia cultural, Jesús es la luz del mundo que trascenderá un día sobre todo y sobre todos, tal como ya se profetizo aun antes de su venida y cumplió a cabalidad en su obra vicaria (Is. 53:10-12; Fil. 2:9-11). La razón por la que el mal se pronuncia más en el mundo y en las vidas de las personas, es por el rechazo a esa luz verdadera, la razón es la incredulidad y la esclavitud al pecado que se niegan aceptar como pecado, aun viendo las malas consecuencias y ataduras que genera en sus vidas (3:18, 8:34). Y esto hace que sea importante para creyentes y no creyentes, aquí debemos hacernos una pregunta, ¿Seguirás intentando llenar ese vacío que ahí en el corazón (Ec. 3:11), con todas las cosas que has intentado hasta ahora y no ha dado resultado?, esto incluye aun la vida religiosa superficial aun como los fariseos.


Hermanos, por el contexto inmediato en que estas palabras se expresaron, debemos tener cuidado de no caer en el mimo ejemplo de disolución (1 P. 4:4), Nosotros tenemos un claro llamado a seguir esta luz en la cual hemos creído, y poner en prácticas sus palabras para manifestar nuestro amor, compromiso y deseo de caminar en sendas de justicia (Sal. 119:105, Jn. 14:15), no hay nada que hagamos o que digamos que, muestre más nuestro amor a Dios que estar comprometidos con su guía y dirección, este el fruto por excelencia de la fe (Mt. 7:20). 


Amigo, pudiera ser que hayas abrazo ideas y postulados científicos, escudándote en sus argumentos e hipótesis para seguir la vida de pecado, pero en el fondo, tu y nadie más que tú en el mundo, sabes del vacío y la insatisfacción que genera esta decisión, es por eso por lo que en nombre de Cristo te animamos a reconciliarte con Dios (2 Co. 5:20), para que tu entendimiento sea iluminado y seas parte de un propósito mayor en tu vida (2 Co. 3:16). Dios te bendiga.


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