El interés de Dios por los desvalidos

El interés de Dios por los desvalidos


Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Bethesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. (Jn. 5:1-9)


Luego de haber sanado el hijo del oficial y algún tiempo en Galilea, Juan nos relata que Jesús en una de las festividades se dirigió a Jerusalén, y estuvo presente en un evento importante que una vez más elevo la molestia de los religiosos de la época ya que, opero un milagro en día de reposo (Vv. 9c, 15-16). La obra fue sobre un grupo de enfermos que se reunía en este lugar, ya sea por un mito “puesto que no hay mucha referencia histórica al respecto” o por un evento sobrenatural, tal como sucedió en casos como Naamán (2 R. 5:10-14), o caso de la sombra de Pedro (Hch. 5:14-16), etc.


El caso es que, para estos enfermos, algo especial pasaba ocasionalmente “probablemente alguna festividad” y el primero en llegar era sanado. Aquí llega Jesús a este hombre que, sumergido en la desesperanza había padecido por 38 años esperando alcanzar un milagro. Jesús se le acerca preguntando que deseaba y en vez de responder a la pregunta, explica porque no ha sido sanado, Este no conocía a Jesús Vv. 13. Sin embargo, a pesar de su sufrimiento, toma con fe las Palabras de Jesús para hacer algo que hacía años no podía y así por creer, tal como Jesús promete (Mr. 9:23) fue sanado al instante.


Hoy día, nosotros vivimos en una sociedad principalmente egoísta, que no piensan en nada más que sus propias necesidades, sin embargo, claramente vemos que el carácter de Dios siempre ha sido de buscar y mostrar su gloria a quienes tienen necesidades que aparentemente ya no podrán ser satisfechas (Sal. 9:18), no sabemos porque Jesús lo escoge a Él, algunos han sugerido que mientras los demás ponían su esperanza en el estanque, este hombre pedía la ayuda de Dios (Sal. 34:5). Y dentro de las maravillas de este evento, podemos resaltar como a pesar de las aflicciones, sufrimientos, luchas, dificultades, etc.


Cuando Dios se manifiesta en nuestras vidas, y lo abrazamos con fe, seremos abrumados por su poder liberador. Ante este evento debemos considerar que: Pudiera ser que hayan pasado años de una petición, un anhelo o propósito que vemos no se cumple, pero si está en la voluntad de Dios y Él ha decido que es mejor esperar, la clave es aguardar con fe (Sal. 40:1), pero si, por otro lado, no ha solicitado su ayuda, es un buen momento para vestirse de fe e implorar su intervención de único que tiene el poder de hacer milagros cuando estamos imposibilitados. Dios se interesa en nuestras necesidades aun cuando no tenemos un conocimiento personal de El (Mt. 5:45).


Hermanos, Dios no está lejos cuando estamos pasando por momentos difíciles, tampoco se aleja o desentiende cuando no vemos que las cosas suceden como desearíamos, Él nunca nos desampara (Sal. 37:25), podemos tener seguridad de que, en todo momento Dios está pendiente de nuestras necesidades, lo más sabio que podemos hacer en momentos de dificultad o necesidad es poner nuestra confianza en Dios y buscarle (Mt. 6:31-33) El en respuesta obrara a nuestro favor (Sal. 65:5). Amigo, pudiera ser que las dificultades o necesidades, haya apago tu deseo de buscar a Dios, pero si estas de pie es por su misericordia (Am. 3:22), y su deseo es que mantengas tu mirada en El, para que veas su obra a tu favor (Am. 5:4), Dios se interesa en tus necesidades, por esa razón, ha entregado a su hijo Cristo, en amor por ti, para que puedas ser librado de la condenación (Jn. 3:16-17), entiende el amor de Dios, acepta su perdón y obra. 


Dios te bendiga


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