Corazones divididos ante la invitación de Cristo

Corazones divididos ante la invitación de Cristo


Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No dice la Escritura que, del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él. Y algunos de ellos querían prenderle; pero ninguno le echó mano. (Jn. 7:40-44)


Es comprensible que algunos de la multitud pudieran relacionar las Palabras de Cristo con las actividades de los tabernáculos, también es comprensible que otros se maravillaran de sus Palabras y la claridad en su mensaje, sin embargo, también comprendemos por las obras del mal, la dureza que aun manifiestan algunos que están escuchando su mensaje (2 Co. 4:4). En este grupo estaban algunos que recordaron como Pedro (Hch. 3:22) que Moisés profetizo que vendría uno que guiaría el pueblo a Dios, este profeta no debería ser rechazado por que sería apartado del pueblo (Hch. 3:23), Otros lo identificaban como El Mesías, antes fueron coaccionados por las autoridades, pero se revisten del valor que Cristo modela y no tienen ahora temor de reconocerle como el enviado de Dios. en este grupo pudieran haberlo visto solo como un precursor del Mesías, lo cierto es que Jesús era algo más que solo un hombre.


Ante toda esta confianza, tratando de buscar algo para polemizar el llamado al cambio que Jesús hacía, unos menospreciaban su origen étnico y queriendo apelar a su derecho real, aun cuando ya Mateo habría definido tanto su linaje Abrahámico “representando la ley” como su derecho real señalándolo como “linaje de David” (Mt. 1:1), ellos afirmaron lo que acertadamente las escrituras definían (2 Sa. 7:12; Miq. 5:2), el problema no eran sus Palabras, la autoridad, o el cumplimiento profético que modelo, sino la dureza de su corazón (3:18), Esto sabemos había alcanzado aun aquellos que tenían la orden de ir apresarlo, no pudieron echarle mano porque estaban divididos entre la orden injusta de quienes les enviaron y el impacto en el corazón de las palabras de Cristo (Vv. 46).


Jesús hablando sobre sus propósitos en la tierra señala que sus Palabras producirán precisamente esta condición (Lc. 12:51-53) dividir aquellos que escuchan para apartar aquellos que realmente le están buscando de aquellos que solo están buscando como apartarse de Él. Pudiera ser que, algunos de los que lean estas palabras, están luchando con la fe, por preguntas que, si bien pudieran ser sinceras, no atinan con la realidad de la necesidad del corazón, la pregunta más importante no es si: Adán tenía ombligo, de donde salió la esposa de Caín, como pudo nacer sin concepción tradicional, Etc. No se trata de porque Cristo no satisface sus inquietudes para que usted crea. Ciertamente hay respuestas a estas preguntas, pero, no son estas preguntas o sugestiones que pudiera haber en el corazón, lo que definirá su fe, se trata de tener realmente un deseo de estar cerca de Dios (Je. 29:13).


Jesús no divide los corazones porque sus palabras sean confusas, o porque no hablara con autoridad, el tema es que cuando Dios habla, requiere una respuesta de aquellos a quienes les habla, El no solo desea informarnos, sino producir una acción o convicción en nosotros (Is. 55:11). Es esta una de las razones principales aparte de la incredulidad la que impide al hombre aceptar la Voluntad de Dios, simplemente, no hay un deseo real de abandonar aquellas practicas o creencias contrarias a sus propósitos, porque nos aferramos a nuestros deseos, otras veces a tradiciones religiosas que hemos heredado de los padres, otras veces por temor al qué dirán aquellos que nos rodean, etc. Estas y otras dudas contextualmente había en estos fariseos, pero dentro de ellos, otros entendían que Jesús era digno de confianza porque sus Palabras expuestas públicamente sin restricción, definían aún más su autoridad.


Hermanos, las Palabras de Cristo hoy día, aún siguen dividiendo los corazones, aun sobre aquellos que proclaman fe, las presuposiciones personales en muchos lugares socavan el factor de la fe para aceptar las cosas como Dios las dice, todos tenemos un llamado a la obediencia (14:15, 21), aun cuando Dios decide reservar ciertos detalles en nuestro caminar por fe (Dt. 29:29), Él es digno de ser obedecido y amado, porque Él es completamente bueno en todos sus juicios (Ap. 15:3), no caigamos presa de las dudas o argumentos que solo nos atan a la incredulidad, vivamos y caminemos por fe (Ga. 3:11). Amigo, Hoy pudiera haber muchas luchas en tu corazón, en esa condición aun cuando estuvieras buscando una respuesta sincera, estarías estorbando la respuesta por ese sentir de dudas (Stgo. 1:6-7). Hoy date la oportunidad de creer aquel que ha creado todas las cosas que nos rodean, las mismas han sido afectadas por el pecado, pero Jesús, vino para cambiar el dolor y el daño que el pecado hizo a la humanidad, si respondes con fe, recibirás la vida plena que necesitas. Dios te Bendiga


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