La resurrección para rendición de cuentas

La resurrección para rendición de cuentas


No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. (Jn. 5:28-29)


Anteriormente Jesús ha hablado sobre los muertos espirituales (5:25), Pero ahora, se refiere aquellas personas que han sido separadas de su cuerpo físico. Haciendo una declaración aún más fuerte que la anterior, movida por la incredulidad y dureza en el corazón de los lideres religiosos. Tal como pablo arremete contra la dureza de los romanos (Ro. 2:5). La autoridad de la que Cristo viene hablando desde los versículos anteriores, hará que Él hable para congregar las almas de todos, aquellos que están junto al Señor en el paraíso (Lc. 23:43), como aquellas almas que están en lugares de tormento por la mala decisión de rechazar el amor de Dios (Lc. 16:22-23), enseñando tanto la eternidad de las almas, como la realidad de que las cosas no quedaran impunes como en ocasiones se piensa, (2 Co. 5:10).


Claramente solo Jesús representa la oportunidad para que el hombre pueda acercase a Dios y encontrar el verdadero propósito de la vida, pero también, se hace necesario que, tomemos en serio el hecho de que, cada elección que tomamos en la vida tiene consecuencias y, ya Dios ha establecido cómo serán las cosas para aquellos que le busquen o le rechacen (Jn. 3:18), Él ha hecho todo lo necesario para darnos la oportunidad (Ro. 5:17), y llegará el día, cuando la elección que cada uno manifestó en su vida defina no solo el vacío en su vida presenta sino el dolor y el tormento eterno por perseguir la promesa del placer pasajero menospreciando el amor de Dios. Escoge bien y antes que sea tarde, porque ya sabemos lo que pasará. Por el contrario, la esperanza que embarga aquel que ha respondido por fe al evangelio, se alimenta por cada declaración que hace Jesús sobre la eternidad para los suyos (1 Co. 2:9, Ro. 8:18).


Que triste es observar a millones de personas persiguiendo actos religiones y no una comunión verdadera con Dios, que triste es ver a las personas desperdiciar su vida, tratando de llenar un vacío con el cual fuimos creados para buscar a Dios (Ec. 3:11), Pero aún más triste será ver, como todas estas personas que tomaron el camino que lleva a la perdición, terminaran siendo juzgadas y condenadas lanzadas eventualmente a la condenación eterna (Ap. 21:8), El mundo como lo conocemos hoy da va a cambiar y aquellos que ponen su esperanza en Dios y fe en Cristo, podrán participar de esta nueva y gloriosa creación donde experimentaremos una relación y comunión con Dios más íntima que la que perdimos en el Edén (Ap. 21:3-4). Este es un llamado también para evaluemos la manera en la que estamos viviendo el día de hoy, que pensemos si nuestras vidas, están siendo la luz que Dios desea que seamos (Mt. 5:16) o los embajadores celestiales que Dios nos ha dado el privilegio de realizar (2 Co. 5:20).


Cada decisión que tomamos tiene un registro celestial, esto incluye aun a los cristianos (2 Co. 5:10), Estamos llamados andar procurando una vida agradable delante de Dios, como un fruto de la salvación genuina (Mt. 7:20, 2 Co. 5:9). Esta realidad hace que entendamos lo serio de nuestro privilegio, Cristo pago por nuestros pecados, pero no podemos menospreciar el compromiso con la vida santa que Dios demanda que modelemos (1 P. 1:14-16). Debemos comprometernos con el evangelio de tal manera que, aquellos perdidos puedan ver su necesidad de cambio mediante nuestro testimonio y la esperanza que permanece en nosotros por encima de cualquier situación o circunstancia, evidenciando que estamos anclados en la roca de la eternidad (Mt. 7:24-25). Si queremos cumplir con los propósitos divinos, debemos comprendernos con la vida de obediencia para vivir agrandándole en todo (Col. 1:10).


Hermanos, ciertamente Cristo pago nuestra deuda, pero nosotros debemos vivir comprometidos con su voluntad, la cual siempre terminara siendo provechosa para nosotros (Ro. 12:2), es necesario que identifiquemos si alguna practica no se adecua a los propósitos del Señor para con nuestra vida, si hay algo que debe ser restaurado (He. 12:13), porque tendremos que explicar porque elegimos vivir la derrota o el pecado, si fuimos liberados (Ro. 6:16). 


Amigo, Dios ha provisto un medio para que puedas ser librado de la potestad del pecado (Ro. 6:12), ese es Cristo, aquel que desea llenarte con su verdad, y equiparte para hacerte libre (Jn. 8:32, 36). Hoy tú puedes obtener la seguridad que Dios ofrece, y ser librado del castigo eterno, cuando la Biblia habla de hacer el bien o mal, no se está refiriendo a nuestras preferencias, sino, a sus declaraciones, Dios ha hablado y si quieres ser guiados por el mejor camino, lo más importante es que ahora, corras a Él para alcanzar la salvación. 


Dios te bendiga.


Acompáñanos a leer la Biblia en un año: Hechos 16-18

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