El honor y poder que Cristo recibió
Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida (Jn. 5:22-24)
Juan luego de enfatizar la autoridad del Señor, resalta la posición de juicio que se le ha dado al hijo, por tal razón, así como El elige dar vida espiritual, así también tiene derecho de ejecutar sus juicios. Ciertamente El Padre es el juez justo (Gn. 18:25c), pero por la perfecta unidad que existe en la deidad, El hijo recibe el mismo derecho de juzgar, y su vida y obra funcionarían precisamente para juicio de todos aquellos que no creyeran en su misión, aunque no fue el principal propósito de su llegada este está incluido para con aquellos que le rechazan (Jn. 3:17-18). Todo esto es posible por la autoridad y poder que El padre otorgo al hijo. Para que sea honrado tal como El mismo debe serlo. Esto formo parte del mensaje que Cristo compartió (Jn. 6:28), Algo que después de la resurrección Tomas llego a comprender muy bien (Jn. 20:28).
Cristo precisamente resalta que aquellos que ponen su confianza en El, y reciben su mensaje habrán pasado de muerte a vida, y el énfasis en su declaración es resaltado, lo que significa que es algo irrevocable. Aquí se enfatiza tanto la obra de Dios en el corazón, como la responsabilidad humana de responder al mensaje del evangelio de Cristo para que puedan tener una real seguridad de que han pasado d muerte a vida y han sido libraos de la condenación eterna (Jn. 3:16; Ro. 8:1). Su mensaje fue contundente y e poder y honor que Cristo recibió ofrecen la seguridad tanto de la salvación, como de la continua intersección que Jesús ofrece aquellos que ponen su mirada en El ante el trono celestial (He. 7:25)
Hablando de la honra que el hijo recibió, señala el apóstol Pablo (Fil. 2:9-11) que se le ha dado un nombre sobre todo nombre. Y algún día, todos tendrán que enfrentar esta realidad, quieran creerlo o no. Errar en honrar al hijo es igual que, errar en honrar a Dios mismo (Mt. 17:5c). Jesucristo es el fundamento por el cual, una persona puede tener seguridad que vive para aquel que ha creado todas las cosas (Jn. 6:37, 14:6). Como cristianos debemos tener seguridad, disfrutando siempre el sentir del privilegio que se nos ha otorgado en Cristo, ahora somos especial tesoro para Dios, en la obra de Cristo (Mal. 3:17). Tenemos un amor especial para Dios, porque El nos ha amado primero (1 Jn. 4:19), y entender esa verdad, debe arrojarnos seguridad de que seguimos el camino único y verdadero hacia nuestro redentor.
Los Fariseos, habían rechazado la oportunidad de llegar directamente a la presencia del Padre a través de Cristo, por aferrarse más a su religiosidad que Él camino directo que tenían delante. Todos los que hemos puesto nuestra fe en Cristo y vivimos para gloria del Padre por su obra, recibimos la certeza de que no existe ni existirá nada que nos pueda separar del amor que Dios nos ha extendido en Cristo (Ro. 8:38-39), por su obra, ya estamos sentados en los lugares celestiales de gloria (Ef. 1:3), y Él nos prepara ahora moradas para que vivamos eternamente junto a Él (Jn. 14:1-3), Regocijémonos en la obra de nuestro salvador.
Hermanos como creyentes hemos sido liberados de las influencias y dominio del pecado (Ro. 6:18) no podemos conformarnos con vivir vidas religiosas, sino vivir una vida sometida a la poderosa Palabra de Dios (1 P. 1:23), permitiendo que ella nos ilumine (Sal. 119:105), opere la santificación que nosotros necesitamos y nos adecue más a la imagen de Cristo (Jn. 17:17), estamos llamados a vivir bajo la autoridad del poder del evangelio.
Amigos, Esta autoridad y poder están disponibles para ti, única y exclusivamente en la persona de Cristo, no existe ningún otro medio que te acerque al Padre (Hch. 4:12), cuando recibes el llamado a la salvación puedes tomar una actitud religiosa y rechazarlo, o puedes tomar una actitud humilde y ser exaltado por Dios (1 P. 5:6), Dios te está haciendo un llamado directo para exaltar a su hijo, aquel que entrego su vida para que puedas ser librado de la condenación, te animamos a que no corras más del Señor y ponga tu vida en sus manos hoy (Ro. 10:13).
Dios te bendiga.
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