El contraste de la fidelidad y la dureza de corazón

El contraste de la fidelidad y la dureza de corazón


Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, ¿para que crea en él? Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; más ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece. (Jn. 9:35-41)


Luego de este hombre haber sido expulsado porque había recibido un milagro que los religiosos con tal de sostener su incredulidad le invitaban a rechazar. Jesús lo encuentra fuera de la sinagoga, así Cristo muestra que quiere hacer algo más que la visión, obraría en la vida de este hombre. Quería honrar la firmeza que había modelado (He. 11:6), y confrontar la ceguera espiritual que los lideres de su época estaban manifestando, tal como se había profetizado y como Jesús les había señalado en varias ocasiones (Is. 43:8; Mt. 23:16-17). La pregunta de Cristo viene a su vida, es para que piense en El Cristo, no solo como alguien que hace milagros, sino como el hijo de Dios. esto estaba asociado claro, a reconocerle como salvador y mediador entre Dios y el hombre (1 Ti. 2:5).


Su respuesta evidencia, la certeza que ha mostrado en la conversación que había entablado con los lideres religiosos antes, al enterarse que se trataba de Cristo, su respuesta fue automática; yo creo. Esta fue la misma obra que Dios operó en Pedro identificando a Cristo como Mesías (Mt. 16:16-17) y manifiesta esta fe y obra divina adorándole. Mientras Jesús exalta su fe, identifica la ceguera, dureza de corazón de los religiosos quienes, al escuchar que Jesús había venido a discernir los corazones e identificar quien era de Dios y quien estaba atrapado por la ceguera espiritual o incredulidad. Esto era parte del juicio de Dios por sus pecados y dureza, dentro de los lideres había ciertas divisiones, pero aquí ellos intentan manifestar más conocimiento Bíblico de Cristo, así que, les señala que tendrían más castigo por decir que veían mientras actuaban con su incredulidad, corriendo de la luz (3:19-21).


Algo que podemos aplicar claramente en la vida de este hombre, es el hecho de que, así como Jesús fue a buscarlo, así Dios es quien busca al pecador para darle vida en abundancia, una vida que este caracterizada por frutos de justicia (Jn. 15:16). Tal como vemos a lo largo de la escritura en sus siervos (Ef. 1:4-5; 1 P. 1:2), Jesús se acerca a este hombre incomprendido y rechazado. Y es así que, aun estando muertos en nuestros delitos y pecados, nos da vida en Cristo salvándonos por gracia (Ef. 2:5), pero también, podemos identificar la fe firme que Dios le había dado a este hombre, y cuál es la actitud de una persona que identifica a Dios mediante la obra de Cristo, Adoración. Mientras ellos burlonamente querían que adorara a Dios rechazando a Cristo, aquí, sin que Jesús lo indique, le reconoce como Mesías y le adora como tal, como un acto interno verdadero, de un corazón que ha sido regenerado.


Cuando se trata de quienes están en la fe y quienes no, Dios siempre habrá de mostrar la diferencia entre los que dicen ser, y los que son realmente, los frutos identifican a todos (Mt. 7:20), puede ser que algunos engañen algunos un tiempo, a muchos, mucho tiempo, pero no a todos todo el tiempo, y la completa verdad, es que a Dios no se le puede engañar nunca (Ga. 6:7), así que, no tiene sentido si usted es una de estas personas que se aferre aquellos actos religiosos que, no están realmente comprometidos con llevar a cabo. Sea honesto y evalué si realmente está caminando con Dios, sea honesto y procure confesar a Dios su pecado para que sea arropado por la gracia divina, recuerde que el perdón solo se manifestara, cuando haya una confesión sincera de pecado y nos alejemos de esas prácticas pasadas (Sal. 32:5, Pr. 28:13)


Hermanos, el contraste que estamos llamados a realizar en nuestro corazón (2 Co. 10:5), es a realizar un análisis profundo y consciente para ver si caemos en una vida religiosa o una conciencia de quien es nuestro Dios y nuestro salvador (Vv. 22-24). No permitamos que nuestras vidas caigan en el conformismo de haber hecho algunas cosas en el pasado. Debemos comprometernos con seguir creciendo y sirviendo para no caer en la ceguera de los religiosos que tienen un celo vacío por los caminos de Dios. 


Amigo, pudiera ser que, hayas identificado que, realmente tu vida ha sido religiosa o peor aún, menos que eso. Esta reflexión, puede ser el medio que Dios este utilizando para que vengas a Él, arrepentido y recibas el perdón de pecados y la salvación. Dios te bendiga


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